A la hora de pagar impuestos todos queremos ahorrar, es por eso que buscamos pagar en lugares y de manera que, al momento de presentar nuestra declaración ante el SAT, podamos recibir alguna devolución de pago y no al contrario.
Sin embargo, este tema puede resultar bastante confuso y no nos queda claro cuáles son las actividades que podemos deducir de impuestos y cuáles no, para que te sea más sencillo, te vamos a contar un poco al respecto.
Antes de hacer tu declaración, debes revisar bien cuáles son los gastos que son deducibles, recuerda que estos gastos no pueden exceder el 15% de tus ingresos y no proceden si son pagados en efectivo. Esos gastos son:
– Salud. Aquí entran los pagos hechos por consultas médicas, dentales y servicios de psicología y nutrición. Para que puedan ser deducibles, estos servicios deben ser prestados por personas con título profesional. Aquí no entran los gastos hospitalarios o gastos hechos en farmacias. Los pagos por primas de seguros de gastos médicos también son deducibles.
– Escolares. Los pagos en colegiaturas son deducibles de impuestos desde preescolar hasta bachillerato, el límite anual varía dependiendo del grado escolar:
o Preescolar: $14,200
o Primaria: $12,900
o Secundaria: $19,900
o Bachillerato: $25,400
– Gastos funerarios. Estos son deducibles siempre y cuando sean de tu cónyuge, padres, abuelos, hijos o nietos.
– Donativos. A pesar de que los donativos son deducibles de impuestos, no todos entran, especialmente si se hacen donativos a cambio de servicios y, el porcentaje de los donativos deben ser menores al 7% de tus ingresos totales.
– Créditos hipotecarios. Aquí entran los contratados con el sistema Infonavit o Fovissste.
Es muy importante que tomes en cuenta todos estos gastos para poder hacer tu declaración adecuadamente y no te sorprendas de los resultados que el SAT te dé a la hora de hacer tu declaración.