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La incertidumbre con respecto al coronavirus, última piedra en el camino de una economía esperanzada con la firma del T-MEC

20/09/2023

En el mundo globalizado actual estamos todos conectados, mientras una crisis en el otro extremo del mundo es capaz de afectarnos negativamente aquí, la firma de un acuerdo comercial puede ser el primer paso a un futuro de mayor prosperidad.

El coronavirus: ¿enfermará también a la economía mexicana?

Las restricciones en el movimiento de personas y mercancías desde China, y las medidas cautelares adoptadas por las diferentes autoridades sanitarias pueden aumentar el miedo de la población en general. Los mercados financieros son muy sensibles al miedo, al cual no reaccionan nada bien, por ello, las industrias que no tienen que ver con la sanidad pueden verse afectadas negativamente durante el tiempo que dure la emergencia, en especial las que tengan que ver con la exportación, aspecto hacia el cual la economía mexicana está especialmente enfocada. Y precisamente nuestro PIB no está viviendo su mejor momento.

2020, el año del T-MEC

El primer año de López Obrador no ha sido bueno. Cuando a nuestro alrededor las economías crecen nosotros hemos decrecido un 0,1%, pero esto puede cambiar ahora que las dudas con respecto a un nuevo tratado comercial para América del Norte se han resuelto favorablemente para los tres países implicados. 

El T-MEC además debería traer mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores mexicanos, obligando a aplicar nuestra legislación laboral e implementando mecanismos de vigilancia que lo aseguren. Por supuesto la razón última es limitar la llamada competencia desleal, ya que unas peores condiciones laborales aquí pueden conducir a que se deslocalice trabajo en EEUU o en Canadá al abaratarse el costo de producir artículos como los automóviles, pero sea cual sea el objetivo final siempre es bienvenida cualquier medida que mejore unas condiciones laborales precarias.

El Forex, herramienta del comercio internacional

Con respecto a la firma del T-MEC puede que hayan oído hablar de nuevo del Forex, ya que México, EEUU y Canadá no comparten moneda, y para comerciar entre nuestros países es necesario cambiar entre las distintas divisas, ya que, si un empresario mexicano debe comprar lo que necesita en EEUU, pagará en dólares, no en pesos mexicanos.

Entonces, ¿qué es Forex? El Forex es el mercado de intercambio de las diversas divisas nacionales y supone el mayor mercado mundial, ya que mueve diariamente 6,6 billones de dólares de media. No es de extrañar que el comercio internacional, debido a la intrincada red de interdependencias que se ha ido tejiendo entre los estados en las últimas décadas, necesite de un constante intercambio de divisas nacionales, ya que es difícil que un país tenga todo lo que su industria requiere dentro de sus propias fronteras, y para adquirir bienes extranjeros suele ser requisito imprescindible adquirir la moneda de aquel al que deseamos comprar.

Pero el Forex no es solo objeto de negociación para grandes operaciones de comercio internacional, ya que inversores y traders lo utilizan todos los días. El trading puede realizarse sobre varios activos; materias primas, acciones, criptomonedas, índices, divisas (Forex) son opciones que ofrecen casi todas las grandes plataformas de trading online.

Mediante un bróker online el trader puede especular sobre las subidas o bajadas del valor de una divisa con respecto a otra a través de CFDs, abriendo órdenes de venta o de compra (aunque con los CFDs nunca poseemos el activo) en el mercado Forex y controlar sus operaciones, manualmente cerrando la operación cuando se desee, o de forma automática mediante el take profit (recogida de beneficios) o el stop loss (detención de las pérdidas); mecanismos ambos que habremos fijado en el momento de abrir la operación. Estas herramientas, entre otras, son muy importantes para controlar ganancias y pérdidas, aunque, a veces, por razones relacionadas con el funcionamiento de los mercados pueden no ejecutarse al precio indicado haciéndonos perder o ganar de más, que puede ser mucho o poco, por ejemplo, cuando los precios fluctúan muy rápidamente debido a una alta volatilidad o por gaps que se producen tras la apertura de los mercados financieros, entre otras razones.

Si alguien desea convertirse en un trader de Forex profesional su objetivo debería ser el de conseguir una rentabilidad sostenida en el tiempo, no la de generar grandes sumas de dinero en poco tiempo. La segunda opción, además de que suele acabar en fracaso, poco tiene que ver con el trading, que no basa su operativa en “apuestas” de hacia dónde se va a mover el mercado de divisas, sino en un análisis exhaustivo de los indicios con el fin de obtener una previsión lo más acertada posible. Además, el apalancamiento con que se opera en Forex y que nos permite abrir grandes operaciones a través de deuda (financiación de la mayor parte de la operación por parte del bróker) es muy arriesgado y nos puede hacer incurrir tanto en grandes ganancias como en grandes pérdidas, o deudas si el bróker no sigue una política de protección contra balances negativos, por lo que sí necesitamos mucho estudio y preparación antes de adentrarnos en él.

Alfonso Carbajal