El control de fronteras más estricto entre Estados Unidos y México ha provocado durante este año un retraso en el transporte terrestre que, en algunos momentos, incluso ha supuesto una ralentización de la cadena de suministro.
Para hacerse a una idea, el tránsito terrestre entre México y hasta el estado tejano, supone movilizar tanta mercancía como el comercio que tendría todo Estados Unidos con tres países. Es decir, este tránsito es clave para ofrecer productos que, aunque por la puerta mexicana, acaban en todo el territorio norteamericano.
¿Cómo se consigue entonces no crear un cuello de botella fronterizo?
Apostando por la automatización y digitalización de los servicios. Siguiendo esta guía se pueden conseguir avances de gran relevancia que agilizarían al máximo los trámites en la frontera cuando de pasar mercancía declarada se trate.
“Este primer paso ya lo han dado los vehículos de transporte, incorporando soluciones de gran relevancia y tecnología a sus cabinas. Empresas como la nuestra han instalado desde software que gestiona el mandato ELD a soluciones que permiten visualizar, en tiempo real, la ubicación de la flota vía GPS. Pero no queda ahí, las dash cams, las ayudas a conducción vía IA y demás tecnologías están aportando una serie de datos clave para mejorar las logísticas corporativas en el mundo del transporte terrestre” comentan desde Samsara.
Si desde los puestos fronterizos se apostara también por lo que vendrán a ser las smart roads, que supondrán una conexión absoluta entre la administración y los vehículos, se permitiría agilizar todos los trámites documentales y solo sería necesaria la inspección ocular de carga en caso de ser necesario, pudiendo presentar los papeles según se llega a frontera de forma telemática.
¿Será ese el futuro del transporte terrestre?
Viendo la relevancia que van teniendo este tipo de comunicaciones para la cadena de suministro, que apuesta ante el colapso de los puertos por nuevas formas de transporte para llegar hasta los lineales, está claro que hay que buscar soluciones tecnológicas que ayuden.
Si ya en los aeropuertos las soluciones basadas en la biometría están siendo de gran ayuda a la hora de embarcar con seguridad y revisar los pasaportes, es el momento de poner el foco en las fronteras para agilizar todo el tránsito de camiones sin colapsarlas y permitiendo un ritmo mucho más ágil, sobre todo en momentos punta como, en el caso de Estados Unidos, eventos como el Black Friday o las Navidades.
Así, si en los 28 puestos fronterizos que separan Texas con México adecuaran, de forma bilateral, es decir, para los accesos hacia y desde cualquiera de ambos lados, una estructura tecnológica que fuera capaz de recepcionar vía telemática los permisos, mandatos, licencias y demás documentación de la carga, se avanzarían horas en la hora de inspección.
“Se tienen que buscar soluciones cada vez más ágiles que sirvan para acortar los plazos del transporte internacional. Este es un ejemplo entre dos países, pero es una escena que se repite en todo el planeta. Con las opciones automatizadas que existen hoy en día, habría que exigir que esto se solucionara de
