La diferencia entre jefe y trabajador o empleado es bastante clara, no obstante, lo cual quizás no sabías es que, en nuestro estado, la Ley Federal del Trabajo reconoce 2 tipos de trabajadores, dichos son los de planta y los de confianza.
Por otro lado, los trabajadores de confianza son un poco diversos ya que hablamos de empleados con labores, funcionalidades, jornadas, responsabilidades y condiciones laborales diversas. Por cierto, se estima que tener el cargo de empleado de confianza es una buena señal para quienes anhelan por un incremento gremial en una compañía.
De esta forma puesto que, un trabajador de confianza se reconocería a partir las funcionalidades y labores que hace, las cuales supondrán mucha más responsabilidad, además de que sus ocupaciones tendrían además más grande peso en el manejo de la organización.
Si nos atenemos al Artículo 9 de la Ley Federal del Trabajo, ser o no un trabajador de confianza, o sea, ostentar esta categoría, dependerá de las funcionalidades desempeñadas o asignadas, más que del puesto. En resumen, un trabajador de planta puede volverse trabajador de confianza antecedente de ser designado, esto desde sus funcionalidades u ocupaciones designadas.
Es innegable que ser considerado trabajador de confianza significa ciertos beneficios, en particular la probabilidad de aspirar a ascensos en la compañía, empero, así como tiene sus ventajas, no tenemos la posibilidad de desconocer sus desventajas. Ahora, a partir de una visión general, un trabajador de confianza puede tener prestaciones diversas, sin embargo conforme el artículo 182 de la LFT, no tienen que ser inferiores a los trabajos de planta.
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Finalmente, en interacción a un término de relación gremial, si hablamos de un trabajador de confianza, el jefe puede explicar como fundamento razonable del despido una pérdida de la confianza.